Trastornos por carencia de
yodo
La
carencia de yodo es responsable no sólo de la extensión del bocio y del
cretinismo endémico, sino también del retraso en el crecimiento físico y en el
desarrollo intelectual, y de una variedad de otras condiciones. Estas
condiciones que se denominan ahora en conjunto como trastornos por carencia de
yodo (TCY), son muy importantes debido a que:
- alrededor
de una cuarta parte de la población del mundo consume cantidades
insuficientes de yodo;
- sus
consecuencias tienen un importante impacto en la persona y en la sociedad;
- de
las cuatro principales enfermedades por carencia nutricional, los TCY son
los más fáciles de controlar.
El
bocio endémico y el cretinismo grave son la parte expuesta del iceberg en los
TCY. Son anormalidades visibles en las poblaciones donde están presentes y los
profesionales de la salud las pueden diagnosticar en forma relativamente fácil
sin el uso de laboratorio u otras pruebas. La parte más grande del iceberg que
se encuentra sumergida, incluye agrandamientos pequeños y menos visibles de la
glándula tiroides y una serie de otras anormalidades. En muchas áreas de
América Latina, Asia y África, la carencia de yodo es una causa de retardo
mental y de incapacidad en los niños para el desarrollo pleno de su potencial
psicológico. También se asocia con mayores tasas de pérdidas fetales (incluso
abortos espontáneos y mortinatos), sordomudez, ciertos defectos congénitos y
anormalidades neurológicas.
La
causa más importante del bocio endémico y el cretinismo es la carencia
dietética de yodo. Los niveles de yodo en el suelo varían de un lugar a otro y
esto determina la cantidad de yodo presente en los alimentos que se cultivan en
diferentes lugares y en el agua. El suelo filtra el yodo que fluye a las
quebradas y ríos y terminan por lo general en el océano. Muchas áreas donde el
bocio endémico es o ha sido predominante, son mesetas o áreas de montaña o
tierras planas lejos del mar.
EPIDEMIOLOGÍA
Cualquier
agrandamiento de la glándula tiroides se denomina bocio. La tiroides es una
glándula endocrina, situada en el centro de la parte anterior e inferior del
cuello. Consta de dos lóbulos unidos por un istmo. En el adulto, cada lóbulo de
la glándula tiroides normal es más o menos del tamaño de un frijol grande. En
áreas del mundo o comunidades donde el bocio se presenta en forma esporádica, o
donde los trabajadores de la salud encuentran ocasionalmente pacientes con un
aumento de tamaño de la tiroides, probablemente la causa no se relaciona con la
dieta del individuo. El bocio esporádico puede, por ejemplo, deberse a un tumor
o cáncer de la tiroides. Sin embargo, si el bocio es común o endémico en una
comunidad o distrito, entonces la causa generalmente es nutricional. El bocio
endémico casi siempre se debe a la falta de yodo, y donde el bocio es endémico,
también se puede esperar el predominio de otros trastornos por carencia de
yodo.
Donde
el bocio es endémico, a menudo muchas personas presentan aumento de la glándula
tiroides, y algunas tienen una enorme y desagradable deformidad del cuello. La
enfermedad predomina más en mujeres, sobre todo en la pubertad y durante el
embarazo. La glándula deforme puede ser lisa (bocio coloide) o irregular (bocio
adenomatoso o nodular).
TRATAMIENTO
El
tratamiento del bocio por carencia de yodo es fácil y satisfactorio en el caso
de un bocio simple o de un bocio coloide no muy grande. Generalmente, ya sea el
yoduro de potasio (6 mg diarios) o lugol yodado (una gota diaria durante diez
días, luego una gota semanal) llevará a una reducción bastante rápida del
tamaño del bocio. Una gota de lugol yodado suministra alrededor de 6 mg de
yodo. Alternativamente, el lugol yodado se
puede
diluir en el laboratorio de un hospital pequeño, de manera que una cucharadita
de la solución diluida rinda 1 mg de yodo. La solución de lugol es muy
económica y ampliamente disponible. En Tanzania los niños de escuela primaria
tratados, más del 60 por ciento con bocio grado 1, no tuvieron bocio después de
dos semanas de recibir lugol yodado, y la mayoría de los bocios más grandes
había mejorado de modo notorio. Un tratamiento alterno que también es efectivo
pero que necesita cuidadosa supervisión médica es el uso de extracto de
tiroides o tiroxina medicinal.
La
carencia de yodo es responsable no sólo de la extensión del bocio y del
cretinismo endémico, sino también del retraso en el crecimiento físico y en el
desarrollo intelectual, y de una variedad de otras condiciones. Estas
condiciones que se denominan ahora en conjunto como trastornos por carencia de
yodo (TCY), son muy importantes debido a que:
- alrededor
de una cuarta parte de la población del mundo consume cantidades
insuficientes de yodo;
- sus
consecuencias tienen un importante impacto en la persona y en la sociedad;
- de
las cuatro principales enfermedades por carencia nutricional, los TCY son
los más fáciles de controlar.
El
bocio endémico y el cretinismo grave son la parte expuesta del iceberg en los
TCY. Son anormalidades visibles en las poblaciones donde están presentes y los
profesionales de la salud las pueden diagnosticar en forma relativamente fácil
sin el uso de laboratorio u otras pruebas. La parte más grande del iceberg que
se encuentra sumergida, incluye agrandamientos pequeños y menos visibles de la
glándula tiroides y una serie de otras anormalidades. En muchas áreas de
América Latina, Asia y África, la carencia de yodo es una causa de retardo
mental y de incapacidad en los niños para el desarrollo pleno de su potencial
psicológico. También se asocia con mayores tasas de pérdidas fetales (incluso
abortos espontáneos y mortinatos), sordomudez, ciertos defectos congénitos y
anormalidades neurológicas.
La
causa más importante del bocio endémico y el cretinismo es la carencia
dietética de yodo. Los niveles de yodo en el suelo varían de un lugar a otro y
esto determina la cantidad de yodo presente en los alimentos que se cultivan en
diferentes lugares y en el agua. El suelo filtra el yodo que fluye a las
quebradas y ríos y terminan por lo general en el océano. Muchas áreas donde el
bocio endémico es o ha sido predominante, son mesetas o áreas de montaña o
tierras planas lejos del mar.
Cualquier
agrandamiento de la glándula tiroides se denomina bocio. La tiroides es una
glándula endocrina, situada en el centro de la parte anterior e inferior del
cuello. Consta de dos lóbulos unidos por un istmo. En el adulto, cada lóbulo de
la glándula tiroides normal es más o menos del tamaño de un frijol grande. En
áreas del mundo o comunidades donde el bocio se presenta en forma esporádica, o
donde los trabajadores de la salud encuentran ocasionalmente pacientes con un
aumento de tamaño de la tiroides, probablemente la causa no se relaciona con la
dieta del individuo. El bocio esporádico puede, por ejemplo, deberse a un tumor
o cáncer de la tiroides. Sin embargo, si el bocio es común o endémico en una
comunidad o distrito, entonces la causa generalmente es nutricional. El bocio
endémico casi siempre se debe a la falta de yodo, y donde el bocio es endémico,
también se puede esperar el predominio de otros trastornos por carencia de
yodo.
Donde
el bocio es endémico, a menudo muchas personas presentan aumento de la glándula
tiroides, y algunas tienen una enorme y desagradable deformidad del cuello. La
enfermedad predomina más en mujeres, sobre todo en la pubertad y durante el
embarazo. La glándula deforme puede ser lisa (bocio coloide) o irregular (bocio
adenomatoso o nodular).
El
tratamiento del bocio por carencia de yodo es fácil y satisfactorio en el caso
de un bocio simple o de un bocio coloide no muy grande. Generalmente, ya sea el
yoduro de potasio (6 mg diarios) o lugol yodado (una gota diaria durante diez
días, luego una gota semanal) llevará a una reducción bastante rápida del
tamaño del bocio. Una gota de lugol yodado suministra alrededor de 6 mg de
yodo. Alternativamente, el lugol yodado se
puede
diluir en el laboratorio de un hospital pequeño, de manera que una cucharadita
de la solución diluida rinda 1 mg de yodo. La solución de lugol es muy
económica y ampliamente disponible. En Tanzania los niños de escuela primaria
tratados, más del 60 por ciento con bocio grado 1, no tuvieron bocio después de
dos semanas de recibir lugol yodado, y la mayoría de los bocios más grandes
había mejorado de modo notorio. Un tratamiento alterno que también es efectivo
pero que necesita cuidadosa supervisión médica es el uso de extracto de
tiroides o tiroxina medicinal.
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