LA DIETA.
Cuando expresamos dieta depurativa, nos narramos a
esas dietas llamadas de ayuno, que sólo incluyen zumos de frutas o verduras y
que nos auguran resultados mágicos e irreales. Las dietas milagro son
muy peligrosas y no deben realizarse, puesto que no tienen ninguna base
científica que avalen su eficacia.
En la totalidad de los casos ese cambio en la forma
de alimentarse afecta a el ritmo habitual de la evacuación, la cantidad de agua
bebida de forma diaria reduce notablemente, incluso es reemplazada por otro
tipo de bebidas poco saludables, entre otras variaciones de nuestra dieta.
Consejos
para llevar a cabo una dieta depurativa efectiva
Para que una dieta depurativa no descuide la salud
nunca debemos girar las comidas, sino que lo ideal es efectuar entre 4 y 6
comidas diarias. Nunca pasar por alto el desayuno que es lo que va a permitirnos
poner en marcha el metabolismo ni bien comenzamos el día.
Es muy conveniente colocar en marcha, luego de
viajes, vacaciones lejos de casa, etc, donde nuestra alimentación, por deduzcas
de tiempo y espacio es claramente diferente, y ese cambio afecta a nuestra
rutina diaria y bienestar en general.
Para cuidar
la calidad de la dieta depurativa, los alimentos a incluir deben ser:
- pobres en grasas saturadas, azúcares, alcohol y sodio
- ricos en vitaminas, minerales, proteínas magras, fibra y agua.
Una dieta depurativa que no coloque en riesgo la salud debe estar compuesta por los siguientes alimentos:
- Frutas y verduras: en abundancia, frescas en lo posible porque conservan mayor
cantidad de agua, micronutrientes y fibra. De lo contrario pueden consumirse
al vapor que es el método de cocción que menor pérdida de nutrientes
ocasiona.
- Agua: que puede estar saborizada por zumos naturales si no podemos
consumir agua sola. Nunca debemos abusar de los zumos concentrados o
comerciales que contienen gran cantidad de azúcar y ácidos. Asimismo
debemos evitar los refrescos y bebidas alcohólicas. En lo posible, beber
sólo agua, entre dos y tres litros a diario.
- Lácteos desnatados: priorizando yogur, leche o quesos de escaso tiempo de
maduración, es decir, lo más frescos posibles porque poseen menos grasas,
sodio y sobre todo, más agua.
- Cereales integrales: para obtener más fibra y nutrientes provocando más saciedad
al organismo. Además, ayudará a evacuar los intestinos.
- Carnes magras y bajas en colesterol: como pechuga
de pollo o pavo sin piel (en métodos de cocción que no adicionan grasas),
pescados blancos o con moderación azules, pocas carnes rojas y siempre sin
frituras.
- Poca sal: agregada a las comidas y evitar comidas preelaboradas que
poseen alta cantidad de sodio.
- Debemos consumir lo más natural y fresco posible: casi no
adicionar sal a los platos para evitar retención de líquidos. Por el
contrario, podemos usar hierbas frescas, especias y condimentos que
aportan gran cantidad de vitaminas y minerales a los platos.
Ejemplo de
un menú depurativo
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